La cáscara del huevo tiene un 94% de calcio, lo cual representa 2.7g de calcio para un huevo de 60 gramos. El calcio de la cáscara viene principalmente del carbonato añadido en la dieta el cual puede tener varias presentaciones y provenir de varias fuentes: polvo y granulado de cantera, harina de hueso, concha de mar, etc. El calcio también puede ser tomado a partir de la medula ósea la cual constituye una importante fuente interna que sin embargo puede agotarse si no se provee calcio en la dieta.
La calidad de la cáscara es por tanto determinada por la cantidad de calcio ingerida por el animal, pero parcialmente. Un carbonato de granulometría gruesa (2-5 mm) es requerido para proveer un suministro continuo de calcio durante la noche.

A pesar de un buen manejo de la cantidad ingerida y relación de calcio grueso/fino, en algunos casos, hay una preocupación relacionada a cáscaras frágiles que por lo general pueden ocurrir en aves de mayor edad, por qué?
Esto se debe a un factor que es comúnmente subestimado, la solubilidad del calcio grueso! Al abastecerse de carbonato de calcio, usted está adquiriendo una fuente de calcio de una determinada granulometría la cual puede evaluarse con un fácil control de laboratorio a bajo costo. Sin embargo, quién de ustedes ha hecho uso de un análisis de solubilidad de calcio como criterio importante para considerar a esta materia prima? La solubilidad puede variar enormemente al comparar canteras diferentes. Esto depende de la composición química y la estructura, la cual no es estrictamente idéntica.

Cómo podemos analizar el carbonato de calcio? El principio es simple, los gránulos de calcio son disueltos en la molleja del animal para poder pasar hacia el intestino en forma de una solución líquida durante la noche. Por tanto, es necesario recrear las condiciones de la molleja = T: 41°C, pH: 2 (usando
ácido clorhídrico), con movimientos suaves. Entonces en cada intervalo de tiempo (30 minutos, 1 hora, 2 horas, etc.), todo lo que se necesita hacer es pesar los gránulos de calcio (o analizar la solución de calcio en agua) para obtener la cinética de solubilización. La solubilidad no puede ser determinada a
partir de un único análisis debido a que es un aspecto de tipo cinético.
Una vez que la solubilidad cinética ha sido establecida, es solo entonces que se debe ajustar ya sea la proporción de calcio, la relación calcio fino/grueso, el tamaño de partícula o el manejo orientado a optimizar la calidad de la cascara.

Tomemos como ejemplo S1: una situación comúnmente encontrada, por 3 horas hacia el final de la noche, las gallinas únicamente tienen la medula ósea para poder terminar de hacer una cascara de buena calidad ya que todo el calcio ya se ha disuelto (molleja vacía). Por tanto, es necesario ya sea
incrementar el tamaño de los gránulos de calcio para retrasar la solubilización, o añadir luz a la media noche (si es permitido por regulaciones locales) con el objetivo de proveer al ave suficiente calcio durante el período nocturno (usualmente 8 horas) para asegurar que se mantenga una buena reserva de calcio medular
Si no se mide la solubilidad, se está trabajando a ciegas! Valorar este parámetro permite hacer ajustes óptimos de la ingesta de calcio para poder a su vez optimizar la calidad de cáscara y estado de la parvada hasta su edad de descarte.