La exposición a estaciones con elevadas temperaturas ambientales es una de las principales preocupaciones para la industria avícola. La temperatura ambiente óptima para las ponedoras está entre 18°C y 24°C. de acuerdo con la clasificación climática de Koppen, la mayoría de los lugares en la tierra están expuestos a temperaturas superiores a 26°C durante varios meses a lo largo del año. El estrés calórico también se intensifica cuando la humedad se Eleva. Así como en los humanos, la percepción de temperaturas altas se incrementa conforme la humedad aumenta.
Incluso si las ponedoras son menos sensibles a temperaturas elevadas en comparación con los broilers, temperaturas superiores a 24°C pueden afectar su desempeño. Las temperaturas por sobre la temperatura óptima podrían impactar el consumo diario y consecuentemente disminuir el número de huevos, la calidad de cáscara, tamaño de huevo, etc. Adicionalmente, el estrés calórico puede tener un tremendo impacto en el crecimiento de las aves y su desempeño lo cual a su vez impactará económicamente a las granjas. Varias medidas relacionadas al manejo y la nutrición pueden tomarse para reducir el efecto del estrés calórico en ponedoras.
EFECTO DE ESTRÉS CALÓRICO EN PONEDORAS
El primer impacto negativo de la elevada temperatura es principalmente la reducción en ingesta de alimento. El estudio conducido por Mashaly et al. (2004) comparó varios tratamientos con diferentes niveles de temperatura y humedad relativa. Los tres tratamientos aplicaros fueron: control (temperatura y humedad relativa promedio), cíclico (temperaturas y humedades cíclicas a lo largo de día), y estrés calórico (calor y humedades constantes) por una duración de 5 semanas. El resultado del estudio, ilustrado en la tabla 1., muestra claramente los efectos adversos de las temperaturas altas sobre la ingesta diaria de las aves, producción de huevo y calidad de cáscara.
Tabla 1. Efecto del estrés calórico en gallinas de postura (1)
Parámetros | Control 23.9°C | Cíclico 23.9 to 35°C | Estrés calórico 35°C and 50% RH |
---|---|---|---|
Consumo diario (g/ave/día) | 86.7a | 65.9b | 41.6c |
Producción diaria de huevos (%) | 87.4a | 82.5a | 56.2b |
Peso de huevo (g) | 56.4a | 53.5b | 46.9c |
Peso de la cáscara (g) | 5.06a | 4.76b | 3.50c |
Grosos de la cáscara (0.01mm) | 34.8a | 33.9a | 28.3b |
Gravedad específica (f/cm3) | 1.074a | 1.072a | 1.064a |
A–CMeans for the same parameter with different letters are significantly different (P < 0.05).
(1) Mashaly et al. (2004) “Effect of Heat Stress on Production Parameters and Immune Responses of Commercial Laying Hens1” Poultry science 83: 889-894
Las ponedoras no tienen glándulas sudoríparas, lo cual impide que puedan perder calor por medio de la transpiración. El calor se pierde mediante el intercambio directo con el ambiente externo inmediato (aire, cama, radiación), por medio de la cresta, patas, plumas y alas. La pérdida de calor se reduce cuando la temperatura se incremente.
Por lo tanto, este experimento muestra cuán importante es controlar la temperatura cuando es posible o a su vez, maximizar la pérdida de calor mediante la ventilación de aire para evitar o minimizar su impacto sobre el desempeño del ave.
El calor entre e lave y el ambiente se transfiere a través de diferentes medios tales como: radiación convección, conducción, vasodilatación y evaporación.
- Radiación: la pérdida de calor es proporcional a la diferencia de temperatura entre la superficie del cuerpo y el aire que lo rodea: aislamientos deficientes, y techos calientes incrementarán la temperatura y el estrés calórico.
- Convección: el cuerpo caliente del ave liberará aire caliento a su alrededor. La velocidad del aire es útil para incrementar la convección.
- Conducción: El calor puede fluir de una superficie a otra, tal es el caso cuando las aves se paran sobre la cama fresca. Relativamente no importante.
- Vasodilatación: Un método de pérdida de calor donde los vasos sanguíneos que están cerca al exterior de cuerpo, como es el caso de la cresta y barbillas del ave, se agrandan para permitir que haya un mayor flujo sanguíneo. Este incremento en flujo sanguíneo permite que se pierda calor corporal.
- Evaporación: las aves usan este método en temperaturas altas para poder estabilizar su temperatura corporal al incrementar su tasa de respiración mediante el jadeo (hiperventilación).
La severidad de los efectos del estrés calórico depende de varios factores tales como la temperatura máxima en las granjas, humedad relativa, Sistema de ventilación y velocidad del aire. Granjas cerradas y aisladas apropiadamente son por tanto mejores que las granjas abiertas en su desempeño. Incrementar la velocidad de aire en las granjas ayuda a las aves a dispersar la temperatura más rápido.
En el estudio (J. L. Purswell, S. L. Branton 2015), mostrado en la tabla 2., una elevada velocidad de aire en comparación con aire sin movimiento incrementa la producción diaria de huevos por ave día, el peso del huevo y el consumo diario de las aves a temperatura de 27.8°C condiciones de humedad relativa de alrededor de 84.51 % RH. Otro método de reducción de la temperatura de aire es el panel evaporativo o los sistemas de presión negativa. Sistemas donde se maneja densidades altas como es el caso de jaulas o aviarios, pueden deteriorar la temperatura disponible para las aves. Evitar las densidades altas es una solución para aliviar el efecto del estrés calórico.
Tabla 2 Efecto de la velocidad de aire sobre el desempeño de ponedoras de entre 39-48 semanas(1)
Velocidad de aire (m/s) | Consumo diario (g/ave/día) | FCR (g) | Tamaño del huevo (g) | Producción diaria (%) |
---|---|---|---|---|
> 0.25 | 86.7b | 1.871 | 55.4c | 84.51b |
0.76 | 96.8a | 1.825 | 58.7b | 90.80a |
1.52 | 97.3a | 1.855 | 59.7a | 91.21a |
Valor-p | < 0.0001 | 0.6020 | < 0.0001 | < 0.0001 |
(1) J. L. Purswell & S. L. Branton (2015) “Effect of air velocity on laying hen Performance and egg quality” American Society of Agricultural and Biological Engineers
ESTRATEGIAS NUTRICIONALES
Primeramente, manejar la hora de alimentación tiene un efecto significante sobre la capacidad del ave de sobrellevar el estrés calórico. No se sugiere la alimentación Ad libitum. La alimentación debe hacerse en las horas del día done la temperatura no está elevada. 30-40% de la ingesta diaria debe administrarse temprano en la mañana porque, durante la tarde, se observa una importante subida de la temperatura corporal. Esto no se debe a que sea el período del día más cálido sino más bien a que el ave experimenta el pico de su digestión si las aves han sido alimentadas temprano en la mañana. Esta elevación en la temperatura corporal puede causar la muerte en casos particularmente severos. Por lo tanto, 60-70% de la ingesta diaria debe proveerse al final de la tarde.
Adicionalmente, es posible añadir luz en la noche durante el período fría de la noche por una o dos horas lo que permite que las aves tengan un consumo extra de agua y alimento. (si es que es permitido por regulaciones locales).
Una Buena granulometría de alimento es importante durante el estrés calórico. El consumo de alimento se reducirá debido al estrés calórico. Por lo tanto, es importante un consumo óptimo de alimento mediante una adecuada presentación de la dieta.
El requerimiento de energía metabolizable disminuye conforme la temperatura se incrementa por encima de 27°C (81°F), lo cual resulta en una reducción de los requerimientos energéticos para las aves. Por sobre los 27°C, la energía necesaria empezará a incrementarse debido al jadeo que experimentan las aves para tratar de reducir su calor corporal. En este caso, necesitamos proveer la cantidad adecuada de energía, de acuerdo con la temperatura. Una ponedora regular su consumo de alimento de acuerdo con el nivel de la energía contenido en la dieta. Sin embargo, esta regulación es menos eficiente cuando hay temperaturas altas.
Otra sugerencia para reducir la producción de calor es cambiar la composición de la dieta. Añadir aceite en la dieta ha demostrado desde hace mucho tiempo que es beneficiosos en climas cálidos. Esto es debido a que la digestión de grasas produce menos calor que la digestión de carbohidratos o proteínas.
El nivel de proteínas debe ser ajustado en las dietas para mantener la productividad ya que el consumo de alimento disminuye durante el estrés calórico. También, un bajo consumo durante el estrés calórico requiere un incremento en los niveles de aminoácidos esenciales (proporcional al porcentaje de disminución de consumo) para poder mantener el desempeño del ave. Para concluir, el ajuste de proteína y aminoácidos debe adaptarse al consumo real del ave por día. Esto es mejor que tener dietas con exceso de proteína.
Las ponedoras incrementan su consumo de agua durante periodos de estrés calórico. La relación agua/alimento puede incrementarse de 2:1 en temperaturas termoneutras a 5:1 bajo temperaturas de estrés calórico. Es extremadamente importante poder proveer agua limpia y fresca con una adecuada temperatura durante todo el día. Especialmente, el agua fresca puede ayudar a las aves a combatir el estrés calórico. Esto debe considerarse con sumo cuidado ya que esto sería difícil de controlar bajo condiciones prácticas. Glatz (2001), reportó que en ponedoras que están a 30°C, consumieron más alimento y produjeron más huevos con buena calidad de cáscara cuando la temperatura del agua se reducir a 15°C en un caso y a 5°C en otro.
REDUCCIÓN DE CORTICOSTERONA
Las aves son expuestas a diferentes tipos de factores de estrés a lo largo de su vía. Tales factores incluyen: densidad, temperatura, transporte, restricción de alimento, contaminación del alimento, miedo y enfermedades. Uno de los glucocorticoides es la corticosterona la cual es la hormona de primera respuesta al estrés. Y estimula la gluconeogénesis para proveer al cuerpo con más energía cuando las aves enfrentan situaciones estresantes (Carsia and Harvey, 2000).
Para gallinas ponedoras, una corticosterona elevada incrementa el consumo de alimento, reduce la ganancia de peso; adicionalmente, una elevación de corticosterona altera la relación helterófilos/linfocitos, incrementa el picaje, hay mayor inmovilidad tónica y se reducen las funciones inmunes (El-lethey et al., 2001; Shini et al., 2009). Además, se incrementa el tamaño del hígado y la grasa abdominal (Pilo et al., 1985). Por otra parte, la administración de corticosterona retrasa el inicio de la puesta, acorta la duración del pico de producción, y por lo tanto reduce la producción diaria de huevos (Shini et al., 2009).
Es por esto que la reducción de la corticosterona debería ser un objetivo para alcanzar una productividad óptima. Añadir vitamina C o vitamina E a la nutrición de las aves puede ayudar a reducirla.
En un estudio (Chung et al. 2005 -Asian-Aust. J. Anim. Sci. 2005. Vol. 18, No. 4 : 545-551), el cual se muestra en la tabla3., los niveles de corticosterona en sangre se reducen significativamente (at p<0.05) tras alimentar a las aves dietas suplementadas con altos niveles de vitamina C y/o vitamina E.
La adición de vitamina C (200 mg/kg) y/o E (250 mg/kg) en la dieta pueden prevenir la disminución de la calidad de cáscara y la fortaleza del hueso tibial al aliviar los efectos estresantes de temperaturas medioambientales altas en gallinas ponedoras.
Table 3. Concentraciones séricas de vitamina C, vitamina E y corticosterona en reproductoras pesas expuestas a estrés calórico elevado a 32°C (1)
Componentes | Dieta Basal | DB + Vit C | DB + Vit E | DB + Vit C + Vit E |
---|---|---|---|---|
Vitamina C (g/ml) | 7.87a | 12.73b | 7.26a | 12.24b |
Vitamina E (g/ml) | 2.80b | 1.63a | 8.20c | 8.35c |
Corticosterona (ng/ml) | 5.97a | 3.23b | 2.54b | 2.78b |
a-c Promedios en filas con superscritos que son significativamente diferentes (p<0.05).. (1) Chung & al. (2005) “Effects of Dietary Vitamins C and E on Egg Shell Quality of Broiler Breeder Hens Exposed to Heat Stress” Asian-Aust. J. Anim. Sci. Vol. 18, No. 4: 545-551
PREVENCIÓN DE ALCALOSIS RESPIRATORIA
Durante el jadeo (hiperventilación), las aves pierden calor, pero además hay una excesiva pérdida de CO2 de sus pulmones. Una reducción en el CO2 sérico causa que el pH de la sangre se eleve provocando una alcalosis respiratoria. Mientras más alto es el pH, se reduce la actividad de la enzima carbonhidrasa, lo que resulta en una reducción la transferencia de iones calcio y carbonado desde la sangre hacia la glándula secretora de la cáscara. Otro factor que contribuye al adelgazamiento de la cáscara es una baja ingesta de calcio y un incremento en la pérdida de fósforo. En el estudio de Belay et al., 1992, mostrado la table 4., se usaron aves para revisar la excreción urinaria durante un estrés calórico a 35°C por 36 horas. Es estrés calórico incrementó (P < 0.05) la excreción de orina de 52.3 a 109.9 mL/12 h y se incrementaron además los Na, K, Cl, Ca y P urinarios totales.
La adición de cloruro de potasio, bicarbonato de sodio y la adición fósforo pueden reemplazar los electrolitos perdidos durante el estrés calórico. Estos tratamientos han sido mostrados en la literatura como beneficiosos para reducir la mortalidad en parvadas que experimentan estrés calórico agudo.
Tabla 4. Excreción en la orina durante 12 horas, mg/kg PV(1)
Parámetros | Termoneutral 24°C | Estrés calórico 35°C |
---|---|---|
Na | 6.4b | 11.0a |
K | 26.0b | 54.2a |
Cl | 18.9a | 11.3b |
Ca | 1.8b | 4.0a |
P | 37.9b | 60.4a |
a,b Valores dentro de una columna sin un superscrito común son diferentes (P < 0.05). (1) Belay & al (1992) “Mineral Balance and Urinary and Fecal Mineral Excretion Profile of Broilers Housed in Thermoneutral and Heat-Distressed Environments” Oklahoma State University, Animal Science Department, Stillwater, Oklahoma 74078
CONCLUSIÓN
En estacionalidad, el estrés calórico es uno de los factores importantes que tienen un efecto importante sobre las ponedoras en gran parte del mundo. La anticipación es la clave para minimizar los efectos del estrés calórico; por lo tanto, es necesario implementar medidas apropiadas de manejo y nutrición antes de que las temperaturas se eleven. Todas las medidas de manejo en granja ayudarán a incrementar la productividad del ave de una mejor manera en comparación a meramente alterar las composiciones de las dietas.
Finalmente, el continuo progreso genético alcanzado por NOVOGEN ha permitido ganancias significantes en la producción de huevo y la calidad de cáscara. Esto también permite tener aves robustas y resilientes bajo todas las condiciones de producción. Sin embargo, para poder alcanzar el potencial genético de las aves, el manejo la nutrición de la parvada deben ser monitoreadas estrechamente y adaptadas al entorno local.